Entrevista al segundo entrenador del Atlético Valladolid.
Jorge González Gilbaja forma parte del staff técnico del Atlético Valladolid y ejerce sus funciones como segundo entrenador.
¿Cómo empezaste a jugar a balonmano?
Todo empezó de la forma más tonta. Un día por la tarde iba a ir a un cumpleaños con mi amigo Ricardo, y me pidió que antes le acompañase, que tenía que apuntarse a balonmano en el colegio. Al final no se apuntó él sólo. Y hasta ahora.
¿Qué entrenador ha marcado tu carrera deportiva?
Han sido muchos, y a todos les tengo mucho que agradecer. Pero quizás merezca mención especial el primero que consiguió que adorase este deporte siendo tan pequeño, a pesar de las condiciones en que lo practicábamos. No era el mejor entrenador del mundo, pero para nosotros era como un padre. Siempre recordaré a Javier Iglesias.
¿Qué aficiones tienes?
Me encanta leer, pero sobre todo me apasiona aprender, de todo. Aunque estudié Telecomunicaciones porque me gustaba, siempre me atrajo muchísimo la psicololgía, y ahora el coaching, la PNL (Programación Neurolingüística) o la propia psicología deportiva, me parecen disciplinas apasionantes y tremendamente útiles en las que merece la pena sumergirse. También me gusta mucho viajar, aunque no lo haga tanto como querría.
¿Qué música te gusta?
Dicen que no me pega la música que me gusta. En realidad me gustan casi todos los tipos de música, y pienso que hay un momento para cada estilo, y aunque tiendo sobre todo hacia el rock, tampoco es raro pillarme escuchando tipos de música muy distintos, aunque seleccionando un poco más.
Tu película preferida.
Me gustan mucho algunas películas de Ken Loach, pero la verdad es que habitualmente veo cine más comercial, y todo lo que lleve una buena dosis de efectos especiales me encanta. El Retorno del Rey me pareció espectacular, Avatar, y por supuesto ET.
¿Tienes alguna mascota?
No.
¿Cuál es tu grupo de música preferido?
No sabría con cuál quedarme. Quizás Rage Against The Machine, pero también alucino con la música de virtuosos como Steve Vai o Joe Satriani, al que por cierto pude ver hace no mucho tocando en Valladolid.
Un lugar para vivir.
Valladolid.
Tu plato de comida preferido.
Antes decía que el lechazo asado, ahora casi lo prefiero “cuchifrito”.
¿Eres supersticioso?
No.
¿En qué equipos has jugado?
Empecé en el antiguo colegio Santiago López, que en categoría cadete pasaba a ser Aula Cultural, y ahí jugué en todas las categorías hasta la Segunda División. Estuve un año en el Pisuerga en Primera, justo antes de que el club desapareciese, y también jugué alguna temporada con el Viana/Arroyo, también en segunda.
Como entrenador empecé también en el Santiago López/Aula Cultural con chicos, luego entrené chicas. Chicas también en Agustinas, ayudé a Rafa Mejías con el equipo de primera en Arroyo, llevé dos años el segunda división masculina del Aula Cultural, Balonmano Valladolid y ahora encantado con el Atlético Valladolid.
¿Qué compañero de equipo no olvidarás nunca?
Como he dicho, Ricardo fue el que hizo que yo empezase en todo esto, y curiosamente hemos vuelto a contactar gracias al Atlético Valladolid, y son muchos los compañeros a los que aprecio y recordaré siempre. Pero en especial a Arriaga, que sigue dando guerra por las pistas, es el compañero al que nunca olvidaré. Con él también empecé a entrenar a niños y no creo que haya nadie que disfrute más del balonmano que él. ¡Está enfermo!
¿Cuál es el mejor recuerdo que guardas del balonmano?
Son muchos, pero puede que los que más aprecie ahora sean los de cuando era más niño; la ilusión con que me levantaba cada sábado; cuando íbamos en la “perrera” del coche de mi padre; y que nos daba igual si teníamos un dedo morado, si el balón estaba embarrado o si había que chuparse los dedos para poder agarrarlo, si nos habíamos caído y teníamos las palmas de las manos y las rodillas llenas de heridas, si el maldito “Mikasa” naranja zurcía o si no había luz; nos lo pasábamos como enanos jugando a balonmano.¿Sigues las ligas extranjeras de balonmano?
La verdad es que no mucho.
Un consejo para los que están empezando.
Que disfruten todo lo que puedan, y de todo lo que puedan. Es la mejor forma de estar dispuesto a dar lo mejor de uno mismo y durante más tiempo. Trabajar mucho sin tener que trabajar: disfrutando.
¿Cómo ves la situación actual del balonmano?
La respuesta típica es la de que está difícil, y es cierto, pero la falta de medios no tiene por qué mermar la ilusión de la gente a la que le encanta el balonmano, que en muchos casos es la misma que tenían aquellos que cargaban con la red de balones “Mikasa” naranjas. Quizás esto sirva para darnos cuenta de que hace falta ingenio, creatividad y estar dispuesto a cambiar cosas, para no cometer los mismos errores otra vez, para no dar por sentadas fórmulas agotadas. Y creo que habría que empezar por cuestionarlo todo, desde la base, empezando por el reglamento de nuestro deporte, excesivamente sometido y sujeto a interpretaciones. Algo no va bien cuando en cada campeonato importante se dan directrices tan distintas para la aplicación de las reglas, y cuando ni siquiera un grupo formado por los mejores árbitros del mundo es capaz de mantener los criterios durante un torneo. ¿Cómo esperamos entonces que lo que sucede después en cualquier otra cancha se ajuste a patrones claros? ¿Cómo podremos mantener la atención de un aficionado que no consigue comprender por qué se producen esas variaciones? Y nuestro primer objetivo debería ser precisamente facilitar la captación de ese público afín, pero que no acaba de conectar de una forma definitiva con lo que es el juego en sí.
- ¿Quién es el mejor jugador y el mejor portero del mundo en este momento para ti?
Es difícil decirlo. Como siempre depende de los puestos y las funciones de cada uno. Como porteros Omeyer me parece el más listo, pero las condiciones de Landin son espectaculares. Como jugador de campo Karabatic, aunque me quedaré con Cañellas, quizás menos espectacular en lo físico, pero muy inteligente tácticamente y también muy buen defensor.
¿Qué significa para ti el Atlético Valladolid?
Fundamentalmente ilusión. Estoy disfrutando muchísimo de esta experiencia, y ver como la ilusión con la que ha arrancado este proyecto alimenta las ganas de todos de dar lo mejor de si mismos, es algo impagable.
- Un mensaje para la afición.
Ellos son los auténticos protagonistas. Todo el trabajo y el empeño no tendría sentido si no sirviese para que ellos disfrutasen y sufriesen con nosotros. Sí, también sufrir, porque fallar nos impulsa a seguir trabajando para sacar lo mejor que llevamos dentro, y aunque esperamos que sea las menos de las veces, los momentos difíciles nos ayudarán a valorar más los buenos momentos que sin duda disfrutaremos juntos.
Jorge Gilbaja en Kioto (Japón), en el santuario dedicado al dios sintoista de la pelota y del deporte.