El cuerpo técnico y el preparador físico están utilizando esta pretemporada un sistema multifunción de GPS, pulsómetro y acelerómetro para mejorar el rendimiento de los jugadores. Es la primera vez que un equipo de balonmano prueba este método de control
El Recoletas Atlético Valladolid ha dado otro paso adelante esta pretemporada en su preparación física. Sergio Maroto, preparador físico del equipo de Liga Asobal, siempre busca utilizar las últimas novedades metodológicas en el trabajo diario con los jugadores, y también implementa nuevas herramientas tecnológicas que puedan mejorar el rendimiento general del equipo. Por eso no ha dudado en probar un sistema combinado de GPS, pulsómetro y acelerómetro, convirtiéndose así el Recoletas Atlético Valladolid en el primer equipo de balonmano en aplicar esta tecnología, ya frecuente en el mundo del fútbol de elite e incluso en el baloncesto.
El preparador físico del Atlético Valladolid ya utiliza habitualmente diversos métodos para esta tarea pero en esta pretemporada también está probando un novedoso sistema multifunción de GPS, pulsómetro y acelerómetro para valorar de forma objetiva el rastreo de movimiento, la frecuencia cardíaca, la intensidad y el volumen de entrenamiento. “El objetivo es tener un control del jugador en tiempo real para obtener datos de entrenamiento precisos y valiosos para el análisis y posterior adaptación del trabajo. Es una cuestión de control, de cuantificación, de tener información, de saber organizarla e interpretarla para optimizar el rendimiento”, explica Sergio Maroto.
El cuerpo técnico y el preparador físico utiliza varias vías de control del deportista. La primera es una serie de tests físicos, siempre los mismos y realizados en diferentes momentos de la temporada, para conocer la evolución de cada jugador. El segundo es la valoración de la carga interna. La que percibe el deportista, que lo hacemos con la aplicación PropElit, que permite ajustar y mejorar la programación del trabajo físico gracias a los datos subjetivos obtenidos diariamente de cada jugador.
Sin embargo, en estos sistemas de seguimiento faltaba un medidor de carga externa y es lo que han conseguido con la implementación de la herramienta Polar Team Pro. Sergio Maroto ha integrado esta tecnología en el trabajo diario de la pretemporada, para tener información al instante sobre cómo está siendo y como ha sido el entrenamiento.
Polar Team Pro combina la tecnología portátil, el GPS y el rastreo de movimiento con el control de la frecuencia cardíaca. “Realiza un seguimiento del deportista con mucha precisión. Registra su frecuencia cardíaca y el porcentaje con respecto a la frecuencia cardiaca máxima en la que estás trabajando en ese momento”, explica el técnico. “Así, conseguimos un registro total del entrenamiento, describiendo una gráfica en la que ver la frecuencia cardíaca a lo largo de la sesión. Además, permite controlar la velocidad de los desplazamientos, el número de sprints y la distancia total recorrida. Es la gran novedad que incorporamos ya que antes solo utilizábamos un pulsómetro para registrar la frecuencia cardíaca”.
En definitiva, Maroto resume de este modo el avance que se obtiene con esta aplicación: “Es una herramienta de cuantificación, para saber qué dosis exacta de estrés o estímulos estamos dando al deportista y en qué medida. Eso nos permite regular las cargas de entrenamiento y podemos adaptar el entrenamiento a cada jugador al día siguiente o en ese mismo momento, para que ese jugador no tenga durante tanto tiempo seguido ese estrés”.
Y la valoración final que realiza el preparador físico, tras cuatro semanas de uso, es positiva: “Es una herramienta muy potente a la que tienen acceso muy pocos equipos de la categoría, y la información que nos ofrece es de gran calidad, porque puedo conocer tanto la evolución del jugador como el estado físico en el que se encuentra y, sobre todo, cuantificar la carga del entrenamiento que está recibiendo ese jugador y compararla con la del resto de equipo”.
INNOVACIÓN CONSTANTE
El cuerpo técnico del Recoletas Atlético Valladolid, con Sergio Maroto a la cabeza en lo referente a la preparación física continúa innovando cada día para llevar al equipo a lo más alto posible. “La tendencia es evolucionar, mejorar e implementar cosas nuevas”, comenta Maroto. “En otros deportes la innovación tecnológica es algo habitual pero no en balonmano. Por eso nuestro objetivo es mejorar, aprender y sacar provecho de herramientas que funcionan en otras modalidades”.
No en vano, el balonmano está en innovación muy por detrás de otros deportes como el fútbol o el baloncesto. “El GPS en fútbol lo utilizan casi todos los equipos de Primera y Segunda División. Y en baloncesto los equipos de primer nivel lo están empezando a utilizar”, explica Sergio. “Pero la tendencia es tener todo bajo control y saber lo que está sucediendo en el organismo del deportista. Hoy por hoy esta herramienta que tenemos ahora es la más eficaz y cómoda para el jugador ya que solo se necesita un sensor ubicado en el pecho de cada deportista, ya que los datos se transmiten por Bluetooth a la aplicación”, dice.
Poco a poco la base de datos aumenta y la información puede revertirse en mejoras. “En los partidos amistosos nos ha dado datos muy relevantes, porque sabes cuanta distancia recorre de media un jugador, frecuencia cardíaca media, dónde están las intensidades más altas… son datos que no teníamos y que no existe en la Liga Asobal”, analiza Maroto.
¿Y cómo han recibido los jugadores esta nueva herramienta? “Están ya acostumbrados”, comenta el preparador físico. “Venimos haciendo cosas distintas desde el primer año. Los noto cada vez más receptivos, es algo positivo para que ellos mejoren y así lo perciben. Están continuamente preguntando qué he hecho, a qué velocidad he llegado, he corrido más que otro. Es una forma de mejorar, algo que en balonmano no es habitual. No he tenido ninguno que se haya quejado por llevar el sensor en el pecho”, concluye.