Maroto es el encargado de poner a punto a los Gladiadores Azules.

maroto-sergioSergio Maroto es el preparador físico del Atlético Valladolid y un componente muy importante del cuerpo técnico.

¿Cómo conociste el balonmano?

 En mi casa el deporte es concebido como un estilo de vida, y hace que cada domingo nos reunamos en torno al televisor para disfrutar del evento deportivo que la televisión nos ofrezca (tenis, fútbol, baloncesto, balonmano, fórmula 1, moto GP, bádminton…). No nos importa quien juegue ni cual sea el deporte en cuestión, disfrutamos con ello. Por lo que, probablemente, no sepa decir en que momento conocí el balonmano. Aunque sí recuerdo un domingo por la mañana, con unos 5 o 6 años, que mis padres me llevaron a Huerta del Rey, las entradas que teníamos eran del último anfiteatro, tengo grabado el gran ambiente, lleno al completo, eso era una verdadera olla a presión. También recuerdo muchas tardes viendo balonmano a través de la tele, y sobre todo la final del mundial, de nuestro mundial, cómo disfrute cuando los hispanos machacaban a los daneses.

Pese a todo, creo que el momento que hace que fije mi atención en el balonmano se sitúa en junio de 2013. En concreto, una mañana de ese mes el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UEMC se ponía en contacto conmigo para ofrecerme realizar mis prácticas en el mítico Balonmano Valladolid. A partir de ese momento comenzaba mi vinculación con este deporte que cada día me tiene más enganchado.

 

¿Qué entrenador ha marcado tu carrera deportiva?

Como decía antes, el balonmano no era uno de los deportes que más llamase mi atención, y el hecho de que mi padre jugase al baloncesto hacía que el balón naranja formase una parte inseparable de mí durante la infancia. Empecé a practicar este deporte en el patio del colegio Marina Escobar, actualmente el Colegio Público que goza de mayor prestigio en este deporte. Y fue ahí dónde conocí al entrenador que iba a marcar mi carrera deportiva y que actualmente es un gran amigo y un gran profesional del baloncesto, Iñaki Martín (actual segundo entrenador del CB Valladolid). Desde ahí pasé al CB Ponce dónde tuve la oportunidad de jugar campeonatos de España cada temporada, también entrenado por Iñaki, y ser convocado por la selección de Castilla y León. Después de esta etapa pasé a formar parte de la cantera del Baloncesto Valladolid dónde jugué hasta el final de mi etapa formativa.

En relación al balonmano, no hay dudas, el culpable de que hoy esté haciendo esta entrevista y de que forme parte de este club es Nacho. Su amor por el balonmano, el sacrificio y trabajo diario como vía de mejora han hecho que sea un ejemplo para mí, y creo que para todos los que le conocen. Espero poder seguir formando parte de su equipo de trabajo durante muchos años. Un verdadero crack.

¿Qué aficiones tienes?

 El deporte es mi principal afición. Me da igual cual sea con tal de mezclar competición y diversión con mis amigos. Baloncesto, padel, tenis, bici, piscina… Actualmente, la ocupación a la que más tiempo dedico es la investigación que, aunque no sea una afición, es la rama en la que he continuado mi formación y que pienso que es fundamental para ser un buen profesional en el mundo del deporte.

 ¿Eres supersticioso?

 Si. Soy supersticioso hasta para decir mis supersticiones, así que te quedarás sin saberlas, jajaja.

¿Sigues las ligas extranjeras de balonmano?

No. Aunque creo que tenemos mucho que aprender de ellas.

¿Cómo ves la situación actual del balonmano?

Es una pregunta difícil. Lo fácil sería decir rotundamente: mal, pabellones vacíos, clubes endeudados, jugadores que no cobran, entrenadores y jugadores que se van de su país en busca de poder dedicarse a lo que les gusta, una liga con un ganador que se sabe antes de que empiece la competición... Pero yo creo esta situación esta llegando, si no lo ha hecho ya, a su fin, y que a partir de ahora va a comenzar una época de crecimiento. El éxito de los Hispanos y la ambición que transmiten hacen que el balonmano vuelva a ocupar el lugar que nunca debía haber perdido. Y creo que es algo en lo que todos debemos colaborar (televisión, clubes, entrenadores, jugadores, preparadores físicos, afición…), cada uno desde el ámbito que nos compete.

En el caso de la preparación física es dónde creo que el balonmano está más atrasado y no se asume la importancia de este aspecto en el rendimiento del equipo, pese a ser uno de los aspectos que podemos trabajar que más van a marcar la diferencia entre dos equipos. El ámbito de la preparación física aborda los siguientes apartados:

  • Conseguir y mantener un nivel de desarrollo físico óptimo según el estilo de juego definido, y en base a los aspectos físicos más importantes del deporte en cuestión.
  • Preparar físicamente al jugador para evitar las lesiones de tipo muscular y articular.
  • Velar por una buena recuperación después de la competición.

Esta es mi labor en el club y mi compromiso con el balonmano. Por ello, y gracias a la colaboración de todo el club, estoy llevando a cabo investigaciones que tienen como objetivo proponer nuevas metodologías de trabajo y nuevas herramientas de entrenamiento y de cuantificación de la carga. Siempre con el objetivo de aumentar el rendimiento y poder ser mejores.

 ¿Quién es el mejor jugador y el mejor portero del mundo en este momento para ti?

El mejor portero del Mundo, para mí, es Gonzalo Pérez de Vargas. Creo que su juventud y constancia hacen que sea un grandísimo profesional. Me gustaría poder trabajar con él.

En el caso de mejor jugador del mundo lo fácil sería decir Cañellas o Karabatic, pero para mí el mejor del Mundo es Fernando Hernández. No se nos puede olvidar que tiene 42 años, y la ambición de un chaval de 18. Me asombra su capacidad de trabajo, después de trabajar 8 horas, de estar separado de sus hijas y de todas las circunstancias que le rodean, es capaz de llegar a entrenar y estar haciendo abdominales mientras el resto bebe agua, dar consejos a todos sus compañeros, lanzar después del entrenamiento o pedirme sesiones extra de físico. Sin olvidar que es el máximo artillero de Europa y un pura clase.

Desde el punto de vista físico, para mi el mejor es Roberto Pérez, creo que nunca entrenaré a nadie con esas condiciones innatas de velocidad y fuerza, pura genética. Es una pasada verle hacer los circuitos físicos y entrenar cada día. Su nivel físico es el que busco en un jugador.

Un consejo para los que están empezando.

No creo que sea quien para dar consejos a mis 23 años recién cumplidos, puesto que el primero que está empezando soy yo, pero si que me gustaría decir una cita con la que me identifico, y que personalmente me ha ayudado bastante:

“El secreto del éxito es la constancia en el propósito” Benjamin Disraeli.

 ¿Qué significa para ti el Atlético Valladolid?

Ilusión. Es el reflejo de la ilusión por un deporte, por un proyecto, por un equipo. La ilusión de una ciudad por disfrutar con un deporte que ha llevado el nombre de Valladolid a lo más alto y que quiere volver a estar ahí. Y formar parte de esto es un lujo, para mí es un sueño cumplido ser el preparador físico del primer equipo de la ciudad, y un privilegio poder aplicar mis conocimientos y seguir aprendiendo haciendo lo que me gusta.

Un mensaje para la afición. 

Todo el trabajo que hacemos durante la semana es para hacer feliz a la gente que nos apoya, para hacerles disfrutar de su deporte y para volver a colocar el balonmano de la ciudad en el lugar que nunca debería haber abandonado. La afición juega un papel importante dentro de este proyecto, y necesitamos de todos aquellos que forman nuestra masa social para que nos marquen el rumbo cuando más los necesitemos, porque un equipo sin afición no es un verdadero equipo.